Bauma del Teixidor, la Baumassa y Bauma els Fleus
En Llaés, a unos 3 km del Castillo, encontramos un grupo de cuevas, siendo las principales la cueva del Teixidor, la Baumassa y la cueva dels Fleus. Es posible que mil años atrás fuera un poblado ibérico-troglodita. Todas estas grutas se encuentran divididas interiormente en varias estancias. Prácticamente siempre son ubicadas en estratégicos lugares, encaradas hacia el sol y cerca de cursos fluviales. La hendidura del Teixidor, la más notable, espaciosa y confortable, fue habitada hasta los años 70, mostrando el estilo de campesinado de aquella época.
A unos 7 kilómetros del Castillo, en dirección a Santa Maria de Besora, encontramos el cuello de Beví, que da acceso a la sierra de los Sopladores. Un lugar único por su curiosa orografía y de gran belleza paisajística: se trata de una peculiar formación geológica de paredes verticales con rendijas por donde circula el aire. La cavidad más destacada tiene 52m de profundidad y casi 400m de recorrido.
La Cau:
El santuario de la Virgen de la Cau, situada a 1327m de altitud, es una pequeña iglesia sin campanario, edificado entre el año 1682 a 86, aunque se cree que existía un santuario más antiguo que se vio afectado por terremotos los año 1427-28. Hay un dicho, que nos hace pensar en que la ermita fue importante en materia de bodas:
‘Soltera que va a la Cau, vuelve con prometido; y, a los dos años, ya suben tres’.
El Panteón:
El Panteón de las guerras Carlistas está ubicado a unos 800m del castillo, justo debajo, en memoria de los 74 carabineros y un oficial fusilados en manos de los carlistas en 1874. Habían sido prisioneros el año anterior a la batalla del Toix.